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jueves, 30 de junio de 2011
viernes, 24 de junio de 2011
Corpus Christi
Corpus Christi es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía.
Este día recordamos la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre.
Es una fiesta muy importante porque la Eucaristía es el regalo más grande que Dios nos ha hecho, movido por su querer quedarse con nosotros después de la Ascensión.
Origen de la fiesta:
Dios utilizó a santa Juliana de Mont Cornillon para propiciar esta fiesta. La santa nace en Retines cerca de Liège, Bélgica en 1193. Quedó huérfana muy pequeña y fue educada por las monjas Agustinas en Mont Cornillon. Cuando creció, hizo su profesión religiosa y más tarde fue superiora de su comunidad. Por diferentes intrigas tuvo que irse del convento. Murió el 5 de abril de 1258, en la casa de las monjas Cistercienses en Fosses y fue enterrada en Villiers.
Juliana, desde joven, tuvo una gran veneración al Santísimo Sacramento. Y siempre añoraba que se tuviera una fiesta especial en su honor. Este deseo se dice haberse intensificado por una visión que ella tuvo de la Iglesia bajo la apariencia de luna llena con una mancha negra, que significaba la ausencia de esta solemnidad.
El Obispo Roberto de Thorete se impresionó y decidió establecer un día para esta fiesta. El siguiente papa, el cardenal Pantaleón, por intercesión del obispo de Liège declaró la solemnidad para toda la Iglesia Universal.
Este día recordamos la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre.
Es una fiesta muy importante porque la Eucaristía es el regalo más grande que Dios nos ha hecho, movido por su querer quedarse con nosotros después de la Ascensión.
Origen de la fiesta:
Dios utilizó a santa Juliana de Mont Cornillon para propiciar esta fiesta. La santa nace en Retines cerca de Liège, Bélgica en 1193. Quedó huérfana muy pequeña y fue educada por las monjas Agustinas en Mont Cornillon. Cuando creció, hizo su profesión religiosa y más tarde fue superiora de su comunidad. Por diferentes intrigas tuvo que irse del convento. Murió el 5 de abril de 1258, en la casa de las monjas Cistercienses en Fosses y fue enterrada en Villiers.
Juliana, desde joven, tuvo una gran veneración al Santísimo Sacramento. Y siempre añoraba que se tuviera una fiesta especial en su honor. Este deseo se dice haberse intensificado por una visión que ella tuvo de la Iglesia bajo la apariencia de luna llena con una mancha negra, que significaba la ausencia de esta solemnidad.
El Obispo Roberto de Thorete se impresionó y decidió establecer un día para esta fiesta. El siguiente papa, el cardenal Pantaleón, por intercesión del obispo de Liège declaró la solemnidad para toda la Iglesia Universal.
El otro acontecimiento que influyó sobre esta situación fue el Milagro Eucarístico de Bolsena/Orvieto; durante una misa en esta localidad el padre Pedro de Praga (Que volvía de Roma de una peregrinación a la tumba de San Pedro debido a sus dudas de Fe) celebró una misa en la cripta de Santa Cristina, en Bolsena, cuando en el momento de la Consagración la Hostia Consagrada empezó a sangrar generosamente, manchando el corporal.
Este milagro fue ratificado por el Papa Urbano y contribuyó positivamente a la instauración de la fiesta. Actualmente se pueden contemplar las muestras de sangre en la misma cripta donde tuvo lugar.
En esta fiesta, aparte de la misa, se suelen celebrar procesiones por las calles llevando las Santa Hostia en lugar preferente.
Diversas maneras de celebrar esta fiesta
Participar en la procesión con el Santísimo
Participar en la procesión con el Santísimo
La procesión con el Santísimo consiste en hacer un homenaje agradecido, público y multitudinario de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Se acostumbra sacar en procesión al Santísimo Sacramento por las calles y las plazas o dentro de la parroquia o Iglesia, para afirmar el misterio del Dios con nosotros en la Eucaristía.
Esta costumbre ayuda a que los valores fundamentales de la fe católica se acentúen con la presencia real y personal de Cristo en la Eucaristía.
La Hora Santa
Es una manera práctica y muy bella de adorar a Jesús Sacramentado. El Papa Juan Pablo II la celebra, al igual que la mayoría de las Parroquias de todo el mundo, los jueves al anochecer, para demostrar a Cristo Eucaristía amor y agradecimiento y reparar las actitudes de indiferencia y las faltas de respeto que recibe de uno mismo y de los demás hombres.
Consiste en realizar una pequeña reflexión evangélica, en presencia de Jesús Sacramentado y, al final, se rezan unas letanías especiales para demostrarle a Jesús nuestro amor.
Se puede celebrar de manera formal con el Santísimo Sacramento solemnemente expuesto en la custodia, con incienso y con cantos, o de manera informal con la Hostia dentro del Sagrario. Cualquiera de las dos maneras agrada a Jesús.
Se inicia con la exposición del Santísimo Sacramento o, en su defecto, con una oración inicial a Jesucristo estando todos arrodillados frente al Sagrario.
A continuación, se procede a la lectura de un pasaje del Evangelio y al comentario del mismo por parte de alguno de los participantes.
Luego, se reflexiona adorando a Jesús, Rey del Universo, en la Eucaristía.
Se termina con las invocaciones y las letanías correspondientes y, en el caso de que la Hora Eucarística se haya hecho delante del Santísimo solemnemente expuesto, el sacerdote da la bendición con el Santísimo; en caso contrario, se finaliza la Hora Santa con una plegaria conocida de agradecimiento.
Recordar en familia lo que es la Eucaristía
Esta costumbre ayuda a que los valores fundamentales de la fe católica se acentúen con la presencia real y personal de Cristo en la Eucaristía.
La Hora Santa
Es una manera práctica y muy bella de adorar a Jesús Sacramentado. El Papa Juan Pablo II la celebra, al igual que la mayoría de las Parroquias de todo el mundo, los jueves al anochecer, para demostrar a Cristo Eucaristía amor y agradecimiento y reparar las actitudes de indiferencia y las faltas de respeto que recibe de uno mismo y de los demás hombres.
Consiste en realizar una pequeña reflexión evangélica, en presencia de Jesús Sacramentado y, al final, se rezan unas letanías especiales para demostrarle a Jesús nuestro amor.
Se puede celebrar de manera formal con el Santísimo Sacramento solemnemente expuesto en la custodia, con incienso y con cantos, o de manera informal con la Hostia dentro del Sagrario. Cualquiera de las dos maneras agrada a Jesús.
Se inicia con la exposición del Santísimo Sacramento o, en su defecto, con una oración inicial a Jesucristo estando todos arrodillados frente al Sagrario.
A continuación, se procede a la lectura de un pasaje del Evangelio y al comentario del mismo por parte de alguno de los participantes.
Luego, se reflexiona adorando a Jesús, Rey del Universo, en la Eucaristía.
Se termina con las invocaciones y las letanías correspondientes y, en el caso de que la Hora Eucarística se haya hecho delante del Santísimo solemnemente expuesto, el sacerdote da la bendición con el Santísimo; en caso contrario, se finaliza la Hora Santa con una plegaria conocida de agradecimiento.
Recordar en familia lo que es la Eucaristía
¿Qué es la Eucaristía?
La Eucaristía es uno de los siete Sacramentos. Nos recuerda el momento en el que el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo. Éste es el alimento del alma. Así como nuestro cuerpo necesita comer para vivir, nuestra alma necesita comulgar para estar sana. Cristo dijo: "El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día."
La Eucaristía es uno de los siete Sacramentos. Nos recuerda el momento en el que el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo. Éste es el alimento del alma. Así como nuestro cuerpo necesita comer para vivir, nuestra alma necesita comulgar para estar sana. Cristo dijo: "El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día."
¿En qué nos ayuda la Eucaristía?
Todos queremos ser buenos, ser santos y nos damos cuenta de que el camino de la santidad no es fácil, que no bastan nuestras fuerzas humanas para lograrlo. Necesitamos fuerza divina, de Jesús. Esto sólo será posible con la Eucaristía. Al comulgar, nos podemos sentir otros, ya que Cristo va a vivir en nosotros. Podremos decir, con San Pablo: "Vivo yo, pero ya no soy yo, sino Cristo quien vive en mí."
Todos queremos ser buenos, ser santos y nos damos cuenta de que el camino de la santidad no es fácil, que no bastan nuestras fuerzas humanas para lograrlo. Necesitamos fuerza divina, de Jesús. Esto sólo será posible con la Eucaristía. Al comulgar, nos podemos sentir otros, ya que Cristo va a vivir en nosotros. Podremos decir, con San Pablo: "Vivo yo, pero ya no soy yo, sino Cristo quien vive en mí."
¿En qué parte de la Misa se realiza la Eucaristía?
Después de rezar el Credo, se llevan a cabo: el ofertorio, la consagración y la comunión.
Ofertorio: Es el momento en que el sacerdote ofrece a Dios el pan y el vino que serán convertidos en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Nosotros podemos ofrecer, con mucho amor, toda nuestra vida a Dios en esta parte de la Misa.
Consagración: Es el momento de la Misa en que Dios, a través del sacerdote, convierte el pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo. En este momento nos arrodillamos como señal de amor y adoración a Jesús, Dios hecho hombre, que se hace presente en la Eucaristía.
Comunión: Es recibir a Cristo Eucaristía en nuestra alma, lo que produce ciertos efectos en nosotros:
Después de rezar el Credo, se llevan a cabo: el ofertorio, la consagración y la comunión.
Ofertorio: Es el momento en que el sacerdote ofrece a Dios el pan y el vino que serán convertidos en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Nosotros podemos ofrecer, con mucho amor, toda nuestra vida a Dios en esta parte de la Misa.
Consagración: Es el momento de la Misa en que Dios, a través del sacerdote, convierte el pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo. En este momento nos arrodillamos como señal de amor y adoración a Jesús, Dios hecho hombre, que se hace presente en la Eucaristía.
Comunión: Es recibir a Cristo Eucaristía en nuestra alma, lo que produce ciertos efectos en nosotros:
nos une a Cristo y a su Iglesia,
une a los cristianos entre sí,
alimenta nuestra alma,
aumenta en nosotros la vida de gracia y la amistad con Dios,
perdona los pecados veniales,
nos fortalece para resistir la tentación y no cometer pecado mortal.
¿Qué condiciones pone la Iglesia para poder comulgar?
La Iglesia nos pide dos condiciones para recibir la comunión:
La Iglesia nos pide dos condiciones para recibir la comunión:
Estar en gracia, con nuestra alma limpia todo pecado mortal.
Cumplir el ayuno eucarístico: no comer nada una hora antes de comulgar.
¿Cada cuánto puedo recibir la Comunión Sacramental?
La Iglesia recomienda recibir la Comunión siempre que vayamos a Misa. Es obligación recibir la Comunión, al menos, una vez al año en el tiempo de Pascua, que son los 50 días comprendidos entre el Domingo de Resurrección y el Domingo de Pentecostés.
La Iglesia recomienda recibir la Comunión siempre que vayamos a Misa. Es obligación recibir la Comunión, al menos, una vez al año en el tiempo de Pascua, que son los 50 días comprendidos entre el Domingo de Resurrección y el Domingo de Pentecostés.
¿Qué hacer después de comulgar?
Se recomienda aprovechar la oportunidad para platicarle a Dios, nuestro Señor, todo lo que queramos: lo que nos alegra, lo que nos preocupa; darle gracias por todo lo bueno que nos ha dado; decirle lo mucho que lo amamos y que queremos cumplir con su voluntad; pedirle que nos ayude a nosotros y a todos los hombres; ofrecerle cada acto que hagamos en nuestra vida.
Se recomienda aprovechar la oportunidad para platicarle a Dios, nuestro Señor, todo lo que queramos: lo que nos alegra, lo que nos preocupa; darle gracias por todo lo bueno que nos ha dado; decirle lo mucho que lo amamos y que queremos cumplir con su voluntad; pedirle que nos ayude a nosotros y a todos los hombres; ofrecerle cada acto que hagamos en nuestra vida.
¿Qué hacer cuando no se puede ir a comulgar?
Se puede llevar a cabo una comunión espiritual. Esto es recibir a Jesús en tu alma, rezando la siguiente oración:
"Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma,
pero no pudiendo hacerlo sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Quédate conmigo y no permitas que me separe de ti.
Amén"
Se puede llevar a cabo una comunión espiritual. Esto es recibir a Jesús en tu alma, rezando la siguiente oración:
"Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma,
pero no pudiendo hacerlo sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Quédate conmigo y no permitas que me separe de ti.
Amén"
viernes, 17 de junio de 2011
La Santisima Trinidad
1. ¿Quién es el Padre? El Padre es Dios.
¿Quién es el Hijo? El Hijo, Jesucristo, es Dios.
¿Y Quién es el Espíritu Santo? El Espíritu Santo es Dios.
¿Quién es el Hijo? El Hijo, Jesucristo, es Dios.
¿Y Quién es el Espíritu Santo? El Espíritu Santo es Dios.
2. Entonces ¿hay tres Dioses?
No. Hay un solo Dios.
No. Hay un solo Dios.
3.Y …??? ¿Entonces?
Hay un solo Dios. Pero hay 3 Personas en Dios.
Hay un solo Dios. Pero hay 3 Personas en Dios.
4. ¿Cómo se llama ese Misterio de un solo Dios en Tres Personas?
El Misterio de la Santísima Trinidad. ¿Por qué Trinidad? La palabra Trinidad viene de tres.Tri=tres
5. ¿Qué significa que la Santísima Trinidad es un misterio?
Hay realidades que no podemos entender, porque nuestra capacidad mental humana no es suficiente para comprenderlas o explicarlas.Una de esas realidades es la Santísima Trinidad: un solo Dios y Tres Personas divinas.
Un misterio es una verdad que creemos porque Dios nos la ha revelado, pero que no podemos comprender, porque es más grande que la inteligencia humana.
6. ¿Puedes pensar en una comparación de tres cosas en una sola?
Es difícil. Vean un momento estos tres fósforos. Los encendemos. Ahora unimos las llamas. ¿Cuántas llamas son? Una sola. ¿Cuántos fósforos son? Tres fósforos.
Basta, entonces, esta pequeña comparación para que no nos pase lo que le sucedió a San Agustín.
San Agustín fue un Sacerdote, un Santo muy importante, un Doctor de la Iglesia, muy inteligente, un gran predicador, que estaba pensando cómo poder entender el Misterio de la Santísima Trinidad y cómo explicarlo mejor.
Estaba caminando por una playa pensando en esto.
Y entonces se encontró un niñito jugando en esa playa.
Ustedes saben cómo les gusta a los niños jugar en la playa ¿no? ¿Y qué hacía el niñito? Corría del mar a la arena, echando poquitos de agua en un huequito que había abierto en la arena.
San Agustín se distrae de su pensamiento sobre la Santísima Trinidad y se pone a hablar con el niñito, que era muy lindo.
Y le pregunta: Oye, ¿qué estás tratando de hacer con esos poquitos de agua del mar?
Y ¿qué se imaginan que le dice el niño? Estoy tratando de meter todo el mar en este hoyito.
San Agustín se ríe y le trata de explicar al niño que eso no es posible.
Y el Niño le responde: Agustín eso que trato de hacer es más posible que lo que tú estás tratando de hacer, que es meter el Misterio de la Santísima Trinidad en tu cabeza. Ya saben quién era el Niño ¿no?
7. ¿Qué dice el Sacerdote al bautizar?
Yo te bautizo en el nombre el Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
¿A quienes está nombrando el Sacerdote?
A las Tres Divina Personas, a la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¿Y por qué creen ustedes que cuando nos bautizan ésas son las palabras que utiliza el Sacerdote?
Vamos a buscar al final de Evangelio de San Mateo:
Mateo 28, 19-20“Vayan, pues y hagan de todos los pueblos mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enséñenles a cumplir todo lo que les he enseñado a ustedes” Mt. 28, 19-20. |
8. ¿En qué momento nosotros nombramos a la Santísima Trinidad?
Cuando hacemos la Señal de la Cruz. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¿Cómo creen que debemos persignarnos? ¿A la ligera? ¿Por salir del paso? ¿Haciendo cualquier garabato en nuestra cara?
Debemos santiguarnos (persignarnos) con mucha reverencia, porque estamos llamando al mismo Dios y es un acto de gran significación y de gran contenido.
Estamos invocando a la Santísima Trinidad. Estamos recordando este misterio tan grande, que es tan grande como grande e infinito es Dios.
Invocamos a la Santísima Trinidad con las palabras que decimos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Pero ¿qué gesto hacemos? ¿Qué señal marcamos sobre nuestra cara y nuestro pecho?
Es una Cruz. Entonces también estamos recordando que Jesús, que cargó con los pecados del mundo y murió en la Cruz por nosotros, para salvarnos.
Al santiguarnos, entonces, estamos llamando a Dios y recordando que Jesús murió por nosotros en la Cruz.
Ahora vamos a persignarnos y santiguarnos:
+ Por la señal de la Santa Cruz
+ de nuestro enemigos
+ líbranos Señor, Dios nuestro ?
+En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¿Qué significa lo que decimos al persignarnos? ¿Se han fijado alguna vez? ¿Quiénes son nuestros enemigos? ¿Los ladrones? ¿A qué enemigos se refiere esta oración tan importante?
A los enemigos de Dios, que son enemigos nuestros. A los enemigos de nuestra alma.
¿Quién es el principal Enemigo de nuestra alma?
El Demonio y los demonios. Esos son nuestros enemigos.
Al reflexionar sobre la Santísima Trinidad, sobre Dios mismo y su esencia Trinitaria, no podemos menos que A D O R A R L O.
¿Qué es adorar a Dios? Es reconocerlo como nuestro Creador y nuestro Dueño Es reconocerme en verdad lo que soy: hechura de Dios, posesión de Dios. Dios es mi Dueño. Yo le pertenezco. Adorar a Dios, entonces, es tomar conciencia de nuestra dependencia de El y de la consecuencia lógica de esa dependencia: entregarnos a El y a su Voluntad. = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = EJERCICIO de ORACION Tú eres mi Creador, yo tu creatura, Tú eres mi Hacedor, yo tu hechura, Tú eres mi Dueño, yo tu propiedad. Aquí estoy para hacer tu Voluntad. |
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